martes, 4 de septiembre de 2007

UNA MUJER DESCALZA

Hay sobre mi cama una mujer acostada con los pies descalzos. Sostiene un libro de Paul Celan y un inmenso vaso de melancolía que sube con su vapor por los espejos de la estancia. Nadie sabe qué le ocurre a una mujer descalza que mira al infinito. Las cortinas se mueven violentamente como un vestido puesto a secar un día de viento, pero esta mujer no es una mujer de "comos" ni "por qués". Tan sólo mirarla es una insidia, pero pensarla el mayor de los pecados. Sus pies largos y estrechos tienen algo de Cristo yacente, como yace ella semiflexionada sobre mi cama. Nunca le preguntes a una mujer descalza en qué piensa o eso te matará.

lunes, 3 de septiembre de 2007

SANTIAGO TENA O EL AMOR EN TIEMPOS DIFÍCILES

Santiago Tena tiene la capacidad de enamorar en tiempos difíciles y digo esto con conocimiento de causa;hubo un tiempo en que su prosa me pareció adolescente y populachera y, de hecho, fue un tema que ambos tratamos a menudo en nuestras conversaciones. Pero de pronto comprendí que lo que yo creía era esperanza y universalidad, la del amor. Su tratamiento del amor, tan cercano, siempre a un tú omnipresente llena de realismo sus escritos cargándolos de una delicadeza inusitada. Ese amor que borra todo el dolor de lo cotidiano es una ventana de aire puro que cuando la respiras te devuelve llena de paz. El amor-esa palabra- la manosea, pero sin manirla como un artesano que con un trozo de barro va dando forma a un ánfora extremadamente bella y humana. A veces semeja un replicante de Pigmalión hecho por el dios Amor, otras veces enternece la sencillez de cómo resuelve una caricia en todo un texto y, sobre todo, el cuidado que pone en "creer en el Amor" sin fanatismos ni cursilería. Cada uno de sus textos es un nuevo renacer a la vida y al otro, puesto que los demás revivimos en sus textos. No importa a quién vayan dedicados, porque el amor todo lo puede. "Si no tengo amor nada soy,nada me complace, soy como campana o címbalo que retiñe..."

LA CURIOSIDAD

Siempre he tenido la impresión de que un blog es acercarse a la intimidad más profunda de una persona y me sorprenden las pocas visitas que he tenido dispuesta a mostrar mis lados más oscuros e intrigantes más allá de los artículos periodísticos. Mis filias por los iconos del cine, mis pequeñas miserias cotidianas y mis arrebatos de escritura airada. Este blog pretende dar a conocer a una personita real que se intoxica con alquitrán y nicotina y no soporta que interrumpan su paz en el castillo de los libros.

domingo, 2 de septiembre de 2007

EL IMPOSIBLE "HAPPY END" DEL MITO

Hay pocos motivos para que yo deje una taza de café sin acabar: mirar por la ventana cuando se me va el santo al cielo o buscar el verso perfecto, pero, sobre todo está la lectura de novelas de Sherlock Holmes. Me apasiona el talento cuando se convierte en marca de carácter. Bien es cierto que, muchas veces, me hace gracia el infantilismo de Sir Arthur, cuando nos pinta al “adorable misógino” como conocedor de todos los lenguajes secretos o de todos los neumáticos para bicicletas de Londres. La verdad es que me importa bien poco el lugar que ocupe este tipo de ficción dentro de la literatura y, por eso mismo, jamás entraría a debatir su calidad artística/estética, sea cual sea ésta.

Creo que hará algo más de 12 o 15 años, en uno de esos largos veranos en los que me dediqué a fantasear con novela realista y cierta selección fílmica muy particular, la siempre minoritaria y selecta 2 de TVE dedicaba las aburridas tardes veraniegas a reponer filmes de Basil Rattbon y el bonachón bigotudo de “Rebeca” Y “Sospecha”. Yo, que empezaba a despuntar por mis rarezas pre-adolescentes, renegando de la playa, empecé a enamorarme del pésimo violinista de Backer Street y de su afición a la morfina. Con el paso de los años, Basil RatTbon me pareció una copia descafeinada del auténtico detective y con “La vida secreta de Sherlock Holmes” me convencí de que la desagradabilidad, que me es tan afín y amable, tomaba forma humana. He de confesar que la presencia de una mujer en la vida de Holmes siempre me hace recordar ciertas teorías freudianas. No hablo ni de la madre, ni el padre ni del sursum corda. Simplemente, me refiero a la destrucción del mito. ¿Sería posible que Holmes se enamorara? Tal vez; ahora bien, debe estar abocado al fracaso emocional siempre, si no sería como matar el deseo y destruir, por tanto, la retardación del placer, que es, en suma, lo que nos mueve por encima del propio goce hedonista: la espera, la búsqueda.

La clave está en la “contención”,las pasiones incompletas. Un duelo entre Irene y Holmes, una pura lucha dialéctica para medir fuerzas, es, ante todo, la historia de un fracaso. El mito necesita pervivir a perpetuidad como tal y, para ello es preciso que se mantenga “inmutable”. Privar de sentimientos a los personajes, manipular su destino a placer del autor-o del público, no olvidemos que Conan Doyle tuvo que “resucitar a su personaje”- debe mantener una continuidad mítica, legenaria, “evolutiva”, pero al mismo tiempo “inalterable”.

¿Holmes feliz padre de familia con un chiquillo meón encima de las rodillas? Al fin y al cabo, todo mito es la historia de un sacrificio, en cierto modo, de un simple mártir. Héroes, mendigos y soñadores bajo el signo inequívoco de la inmolación. Esclavos de su propia historia. Si no, que le alguien se lo hubiera preguntado antes a Unamuno.

CRÍTICO Y POETA ¿POR QUÉNO?

La semana pasada recibo una comunicación corregida para un congreso y lo primero que se lee en letras enormes es: “TONO PETULANTE”. Evidentemente, aquella apreciación no era ningún descubrimiento, ya que los petulantes escribimos como petulantes, los hipócritas como hipócritas y los imbéciles en función de su buena o mala imbecilidad. Si a esto le sumamos que el “corregidor”-permítaseme la licencia poética- es buen amigo- o eso me parecía- y que me conoce de sobra, su falta de ingenio queda totalmente fuera de dudas.

Bien es cierto que a nadie le gusta que le digan las verdades a la cara, pero lo que me dejó más dolorida es que se ponía en duda mi rigor científico por un “pretendido” tono literario, que en absoluto “pretendí”. Creo que a, veces, se confunden las marcas de estilo con ficcionalizaciones horteras, sobre todo, en cierto sector que cree que tener un método, una regia disciplina y unas pautas de trabajo legitiman cualquier discurso con ansias de cientificismo. Yo no creo en métodos ni en ciencias, porque la panacea en investigación literaria no existe, por mucho que yo siga tal o cual escuela.

Lo único en lo que confío es en la percepción del texto y sus posibles lecturas en el tiempo pasado, presente y futuro. ¿Qué caigo en mi propia trampa adscribiéndome a un tipo de razonamiento? Las abstracciones totales son imposibles, pero a lo que voy es por qué ha de ser privativa la lectura del “crítico” frente a la del “poeta”. Sabidos es que Dámaso Alonso no es santo de mi devoción- aunque me guste su Estilística-, pero ¿es que acaso, Don Dámaso, bipolarizaba su personalidad, según tocase”ser”crítico o poeta? ¿Cambiaba de zapatillas? ¿Practicaba regresiones hacia tiempos anteriores a ser profesor o a ser creador? ¡Por Dios! No creo que exista esa dichosa escisión entre una y otra faceta del ser humano.

Una cosa es trivializar por falta de conocimientos e intentar dar otro final al Quijote, pero plateémonos por un momento: incluso si ese “otro final” es justificable y argumentable, con una base que sirva para contrastar-que no oponer, necesariamente- opiniones, ¿por qué no? Confundir al autor con el narrador no es una cuestión de mente soñadora y romántica, sino de ignorancia extrema, de falta de conocimiento y, por tanto, de incapacidad para emitir un juicio crítico y científico.

Este año vuelven a estar de moda los pantalones-pirata, seguro que mis hijos se partirán cuando el día de mañana vean en fotos a su madre disfrazada de corsario. Con la investigación, pasa lo mismo, porque es un trabajo de ciencias humanas y no naturales, comprobables, es un saber. Estructuralistas y formalistas...lo de siempre. Lo que tiene que prevalecer es la calidad.

La mayor satisfacción de mi vida me la dio una profesora de la facultad en segundo de carrera. Era la docente de Comentario Lírico: “Tú trabajo no me convence, personalmente ni me gusta , pero hay una base detrás”. Me puso Matrícula de Honor y eso que odiaba las lecturas psicoanalíticas.

TODOS LOS DOMINGOS DEL AÑO

Me acabo de levantar y ya siento esa agitación tan típica del domingo. No sé qué tiene, pero me produce un inmenso desasosiego. Ya de niña me pasaba. El domingo nos invita a ser profundamente antisociales, incluso, irascibles. Un domingo sólo se entiende con una manta y un montón de viejas películas en blanco y negro sin responder las quejumbrosas preguntas de nadie o escribiendo a puerta cerrada con fondo de jazz y un paquete de Ducados rubio. Pero parece imposible que se cumpla mi sueño de no abrir la boca, porque siempre viene alguien con alguna pregunta estúpida a sacarme de mi estado de hibernación. Tal vez, pase por la página de Santiago; él, tan esperanzado y creyente en el Amor; yo, tan pesimista y descreída. O tal vez, espere que acabe el día enamorándome una vez más de mi poster de Marilyn y comprendiendo que, detrás de la sonrisa de la rubia de oro, siempre era domingo.

viernes, 31 de agosto de 2007

NOSTALGIA DEL ACERO

EL ASESINATO

Yo aprendí a hablar con una piedra en la boca,

cuando el mundo era un eterno desfile por brazos desconocidos

y las almas se deshacían dentro de puños violentos.

Me acostumbré al silencio y a la hipnosis de los relojes.

A la caricia del verdugo antes de dormir.

Del hacha comprendí

que las heridas más dolorosas no se abren en la carne.

Y aunque mi grito se fue haciendo anónimo,

cuanto más crecía,

más eran las manos que cercaban mi cuello.

Comencé a caminar de noche,

convencida de que la sombra era un escondite para ciegos.

Di mis primeros pasos a oscuras

y mis primeras palabras fueron para el reflejo de una ventana.

Pero un día me escapé y corrí hacia el sol.

Dicen que hay niños que traen un pan debajo del brazo.

A mi me robaron el pan:

yen su lugar

puse un cuchillo.


PRIMERA SECCIÓN: DERECHO A RÉPLICA.

DOLOR DE NIÑA-MADRE

He sido una madre silenciosa de mi propia niñez.

Me he acunado sola

cuando las manos de la madrastra

me tiraban por el suelo

y la luz era una nube mortal.

Cuando el amor era una bofetada,

cuando el amor era una paliza y yo

una niña que lloraba con las piernas meadas.

Hoy respiro el olor de mi propio cuerpo,

estrujo los pechos de mujer

que coronan una madurez rancia

iniciada en los ojos de antesdeayer.

Desnuda ante el espejo

revivo el dolor de la carne.

ME muerdo los brazos,

me abofeteo la cara

y golpeo los puños contra el duro cristal

que separa los continentes helados.

Soy la sombra perpetua.


LA NOCHE DE MI CUERPO.

He visto el rostro de mi madre llorando,

reflejado en el suelo.

Me he asomado a la ventana

y me he vuelto lluvia que cae

sobre la ciudad insomne.

De noche pierdo por completo

la noción de mi cuerpo

y, poco a poco, me incorporo

a este paraíso de los idiotas.

La calle tiene un extraño color de gato nocturno

que casi no me deja reconocer

mis manos mezcladas en la niebla.

Estiro los brazos

por encima de los laberintos de hormigón

con el mismo vuelo que alzan mis manos

sobre los recuerdos.

El tiempo se despereza en esta noche

que es la noche de mi cuerpo

sobre la ciudad mojada.

Caen a raudales las aguas dormidas

que recorren los laberintos de cristal,

ciudades que sueñan dentro de una bola

que guarda la nieve del invierno

sobre las estancias durmientes.


AYER Y HOY.

Desde lo alto de mi cuerpo de pájaro,

descubro presencias perdidas,

estúpidos paseantes

que han olvidado su nombre.

De niña te llamabas Ía

y la noche tenía la vertiginosa

caída de un columpio chirriante.

Dabas vueltas

por el mero placer

de que todo girara en torno a t

i y el violín era un trampolín

que iba de la música a tu cuna

para darte un beso de buenas noches.

Hoy, sólo soy un cuerpo sin sueño que camina hacia el matadero.


AL PIE DE AQUELLA ROCA

Sabes que detrás de mi

hay una sonrisa que sí existió

y siento esas campanillas

que acuden a mi cabeza

cuando pienso en esa infancia

que descuidó la memoria.

Tiene toda la fuerza de las noches azules,

de cuando me sentaba

al pie de la roca de los sueños

y dejaba que el viento me arrastrase

las lágrimas de la frente al pelo.


ALEGRÍA DEL MUTILADO

Algunos niños sin cabeza

juegan a la pelota

delante de tu puerta.

¡Qué buena es la guerra

que les arranca los brazos

y les da la alegría del tullido

con piernas ortopédicas!


LA PIEDRA REDONDA

Contemplo sobre mi mano,

la redondez de una piedra

que es como el mundo

sobre el vientre de un bebé

que duerme.

¡Que nadie lo mueva!

¡Que nadie lo mueva

que es mi hijo con su vida!

La vida es redonda como una piedra.

Hay que mirarla como a una virgen

que se desnuda en silencio.

La vida es redonda y suave y lisa

como una piedra.

Mi hijo

nació con ella sobre el vientre

y sube y baja mientras tiene sueño.

La vida es como una piedra, que algunos nos empeñamos en atarnos al cuello.


SATURNA

Saturna.

Satuuurna.

La madre desaforada

corre desnuda sobre las rocas.

Se destroza los pies

que no encuentran

el descanso de la arena.


CANCIÓN DE CUNA PARA DOS NIÑAS

Hay dolores que se inician

en el dibujo de un cuento de hadas

y terminan en unas medias negras

con un par de agujeros.

Soy aquella que ni es niña

ni quiere ser mujer,

porque demando a dentelladas del pasado

lo que por derecho el tiempo me debe.

¿Dónde está el precio de las niñeces arrebatadas?

¿Dónde está la corona de flores donde respira hoy la de espinas?

Hay momentos en los que imagino

que duermo entre mis propios brazos

y mi boca busca la cara de la niña

que sostengo.

Le canto al oído dulcemente

y siento su respiración caliente contra mi cara.

Las dos nos acunamos.

Pero se rompe mi sueño,

cuando descubro una muñeca rota en el suelo.


EPITAFIO

Padre,

los dos hemos llegado tarde:

tú a salvarme y yo a pedirte socorro.

¿Por qué no le cortaste las manos a mi madre?