Parece mentira, pero todo, todo
es absolutamente cíclico...
No estoy para que me preguntes
sobre el sexo de los ángeles
o el misterio de la Santísima Trinidad.
Hace apenas unos minutos
estaba agarrada a un timón.
Creo que vomitaba sobre la cubierta.
¿Lo comprendes?
Todo vuelve a empezar.
Ya ha oscurecido: ¿vendrá la calma?
Insoportables gritos de niños en el parque,
sucios y perversos en horario no permitido.
Papel amarillo, náuseas, capilares reventados
y un árbol mutilado que grita.
Me he deshecho de todo;
me he vaciado por dentro,
me he descamado por fuera.
Todo vuelve, pero con cambios.
Soy un pez destripado en una mesa cualquiera.
Lucía de Fraga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario