acto no pudo ser más
emocionante para mí: Miguel Losada, amigo auténtico y entrañable, quiso
hacer un tributo a los que no estábamos en Madrid y tuvo la enorme
deferencia de cerrar el acto con mi poema "Puta Inocencia". Agradezco de
la manera más sincera que os podáis imaginar un gesto tan generoso por
parte de Don Miguel Losada y, también, el sumo cuidado, mimo y apoyo que
he recibido en todo momento por parte de Don Antonino Nieto. A todos y
cada uno de los que me seguís o me prestáis vuestro tiempo para leer
"los extravagantes hijos de mi fantasía" -que diría Bécquer- mi más
sincera gratitud y un emocionado abrazo.
Lucía de Fraga.
Lucía de Fraga.
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