martes, 26 de febrero de 2008

VIDA EN VOLUTAS

El cigarro se apaga lentamente

Entre mis dedos,

Pero me pregunto

¿quién se consume realmente de los dos?

Siento el humo como una mano sinuosa

Que sube hasta mi cuello,

Enrededadera mortífera de nicotina y alquitrán.

Tal vez quiera lamer mi cuello

Para conocer el sabor

De las mujeres de cristal incandescente.

La ceniza me mancha las manos

Como señal de finita mortalidad

Que me sacudo con desesperación.

Mancho mi cara con el negro muerte harinoso

Y me contemplo en el espejo

De este paraíso de los idiotas.

Mis manos caen,

Artilugio descompuesto,

Y me rompo como una muñeca de porcelana.

Con media cara

El mundo es más absurdo

Y enciendo otro pitillo

Que me trae en volutas

Los restos de mí que ya no quiere nadie.

Al otro lado del espejo

Los asesinos son sacerdotes

Y las culpas risas enlatadas.

El humo lo cubre todo

Y los ojos me lloran

Hasta hacerme ver a mi madre

Con una escoba

barriendo la porcelana

de lo que fui ayer.

20 comentarios:

  1. Te felicito pero esta poesía, me ha parecido excelente, tratando un tema tan complicado como el tabaquismo, enfermedad ya por si mismo y causa de muchas otras.
    En verdad te digo que utilizas las palabras con mucho arte, tienes un don.....aprovechalo!! Suerte.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Sí, hay veces que el tabaco me sube hasta el cuello, con forma de cuerda, se enreda haciendo una horca y tira. Otras, que pasa por el cuello sin decir nada y sigue subiendo, y me vuelve a besar donde su padre ya lo ha hecho.Ahora el tabaco tiene cuerpo de mujer, antes, de asesino.
    Felicidades.

    ResponderEliminar
  4. Dejé el tabaco al nacer mi hija hace 14 años. Me traes otros recuerdos, cuando vivía en Francia y escuchaba "Con esa porcelana que descubrí ayer y que por un momento..."
    Son palabras, las tuyas, que emocionan.
    Gracias y un abrazo des-nicotinado que no des-natado (mas bien des-atado)

    ResponderEliminar
  5. Al otro lado del espejo la mano sinuosa también sube hasta el cuello, quizás sea lo único que no tenga contraparte.

    Me encanto tu poema, el estilo, las figuras… Un Abrazo :)

    ResponderEliminar
  6. acaban de aprobar la ley antitabaco en mi país lo se...mejor tarde qué nunca , así qué el tema está de moda

    ResponderEliminar
  7. Aqui pasado a saludar, espero no te hayas caído al otro lado del espejo ;)

    ResponderEliminar
  8. ola lucía, que ben terte atopado de novo

    a porcelana do que fomos onte... supoño que, quen máis e quen menos, foi da porcelana máis fina, sempre. Da china máis fina. "China" tamén é porcelana para os ingleses

    Bicas en volutas

    ResponderEliminar
  9. ola lucía, que ben terte atopado de novo

    a porcelana do que fomos onte... supoño que, quen máis e quen menos, foi da porcelana máis fina, sempre. Da china máis fina. "China" tamén é porcelana para os ingleses

    Bicas en volutas

    ResponderEliminar
  10. Muy sentido tu escrito. Recuerda que la porcelana se puede restablecer también si se quiere, gracias por compartir ese cigarrillo con nosotros, es tu sentir.

    Te abrazo sin humo!

    ResponderEliminar
  11. Fumemos entonces, hasta que la porcelana sea polvo, y volvamos a los orígenes.

    Un trabajo precioso.
    Los espejos nunca reflejan la realidad, el mundo es tan absurdo como parece, y tan real como lo vivimos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Se houbo un espazo de liberdade á imaxinación infantil e xuvenil nesta nosa Coruña ese é o espazo da antiga canteira e as súas contornas (mazás das rúas do Palomar, Historiador Vedia, Ciudad de Lugo, Santiago de la Iglesia, calexón do Lagar, cabo Santiago Gómez -antiga Antonio Lens-, Previsión..). Varias xeracións de pandilleiros xuvenís xiraron ao redor do eixo do taller dos Méndez, co seu banco de cemento e o seu vello can pulgoso PINKI (morreu con máis de vinte anos).
    Alí, na canteira, nese espazo hoxe só existente na memoria, soubemos o significado da palabra liberdade, da palabra imaxinación, da palabra xogo, da palabra amizade, da palabra natureza, da palabra deporte, da palabra cultura, da palabra estrela, da palabra noite, da palabra amor.
    Tamén soubemos da palabra tabaco, das lindes no amor, dos riscos do non correcto, do perigo do exceso, drogas, alcol, asasinato, suicidio...
    A canteira de santa Margarida foi, pra moitos de nós, a verdadeira universidade.
    Alí, aínda hoxe, vexo moitas cachizas de porcelana polo chan.

    Unha fonda aperta, Lucía, dun quinceañeiro que pasou o rubicón dos corenta.

    ResponderEliminar
  13. estaba algo triste, ahora me siento peor luego de leer ese poema

    ResponderEliminar
  14. lucía, te veo gris, cielo, caray

    :)

    un beso

    ResponderEliminar
  15. fumémonos entonces

    amor

    ResponderEliminar
  16. Hola Lu... precioso lo que escribiste..me gustó y me identifiqué... con todo lo que el humo implicaba...

    Por eso dejé de fumar. Bsss.

    Nos vemos.

    ResponderEliminar
  17. Ya acabó el cigarrillo y todavía no apareces

    Saludos ;)

    ResponderEliminar
  18. prefiero fumar Marihuana y si muero ver como caen los ángeles en tropel a buscar lamer el thc de mi conciencia,para volver a sentir el sueño embriagador del humo amarillento, del reir hasta no parar,
    del recuerdo de las noches de hogueras y playa, en la conjunción de la Luna, Marte y Júpiter, perfecto Universo olvidado.

    ójala estuvieras allí para cantar en la noche,la vida en volutas.

    besos.

    ResponderEliminar
  19. Yo soy un nicotinomaníaco, fumo mucho. Debo ser un enfermo por eso. Me hace gracia la gente que se creé que por no fumar se va a librar del dolor, la vejez, la enfermedad y la muerte.
    Me encanta que te sientas en un paraíso de idiotas, analizas bien la realidad.
    Un abrazo desde Valladolid.

    ResponderEliminar