domingo, 29 de agosto de 2010

LLEGAS TARDE, AMOR


Llegas tarde, amor, la fiesta ha terminado.
Aunque sólo me veas con las bragas, las ligas y las medias,
No pienses que voy a jugar contigo una nueva partida
De “romanos y sabinas”.
¿Qué importa qué ha pasado?
No pusimos reglas y yo no soy tu amor en exclusiva.

“Que has llegado tarde y yo estaba hambrienta”
De pie y frente a frente, te digo lo que pasa,
Con mis hermosos pechos mirándote a la cara,
Como reflectores de campo, que escrutan en tus ojos
Mis pezones la pregunta de por qué están aún erectos.
Y tu pregunta esconde otra sobre el hombre que lo ha hecho.

No soy ni tu mujer, ni tu novia, ni tu hermana.
Y ni siquiera me has puesto un piso donde fornicar contigo.
No te extrañes, entonces, de llegar a mi casa y encontrarme
En sudores, caliente y aún medio excitada.
¿Creías que esperaría eternamente tuya calentándote la cama?
No me digas que me vista y que parezco una fulana.

Me cansé de esperar tus falsas promesas postcoitales:
Que ya estabas harto, que la ibas a dejar.
Lo que pasa es que mi coño de veinte años menos
Era lo que te gustaba de verdad, después
Llegar a casa y tener la comodidad de un hogar perfecto,
Aunque tu esposa se limitara a cocinar y abrir las piernas sin más.

Sírvase usted mismo, caballero, hay de todo en el mueble-bar.
Le vendrá bien una copa para templar los nervios.
Whisky doble con agua y sin hielo, creo recordar.
Aflójate la corbata y quítate los zapatos, porque te va a venir bien.
Brindemos por un último homenaje:
Aquí tienes mis bragas y su demanda de divorcio.

3 comentarios:

  1. Fascinante declaración de intenciones. Bellas y oscuras palabras. Me perderé por tu blog más de una vez. Lo prometo.

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  2. Cruel y terminante, diría. belleza, fémina herida, mujer de armas tomar.

    Tus nostalgias del acero... punzantes.

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  3. Tirás a matar y vigilas la sangre que te salpica. ¡Chapeau!

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