viernes, 6 de agosto de 2010

LA DISTANCIA INÚTIL

No puede la distancia separar
Un milímetro nuestros cuerpos.
Aunque la tierra se oponga,
Mi piel forma una prolongación de la tuya
Que va más allá de caminos y fronteras.

No conozco otra geografía que la de tu cuerpo.
El lecho que nos acoge como cueva de madrugada.
Tu tacto de serpiente encantadora que me hipnotiza.
Tu sabor que va de la granada abierta al sol a mi boca;
Esa dulzura tan tuya, cuando nos amamos.

No puede la distancia separar
Un milímetro nuestros cuerpos.
Mi pecho se funde con el tuyo en un solo latir
Y son mis labios esclavos de tu boca
Que bese o muerda, esculpe eslabones de deseo.

No conozco otro país que no esté contenido en tu cuerpo.
En la calle soy apátrida, entre tus brazos lugareña.
Y entre las rocas de tu cuerpo, me muevo liviana
Como el mar amamanta la playa al amanecer, pues
Nuestros sexos son candado del que alguien la llave perdió.

Ya no puede la distancia separar
Un milímetro nuestros cuerpos,
Pues anclado está tu barco en mi bahía.
Ya se confunde nuestra piel en una piel
Y he dejado de ser yo para ser un “nosotros”.

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