miércoles, 29 de febrero de 2012

EN MALA HORA

Comprendí demasiado pronto
que la felicidad exige duras condiciones:
como no hay belleza sin fealdad,
ni tranquilidad sin desasosiego.
Castigo temprano para una niña.

Quizá fui demasiado precoz
para semejante lección.
Los demonios acudieron enseguida
y aún hoy no he visto a ningún ángel
que me acune o que me guarde.

El horror es de fácil construcción;
sólo hay que añadir las casillas más sórdidas.
Yo levanté mi propio imperio
entre las bestias que me perseguían
escondidas en las rendijas de las persianas.

En ocasiones, las horas se vuelven
perversamente elásticas y huidizas.
Se escurren las ilusiones casi al nacer
y envejeces de repente por muy pequeña que seas.
El tiempo no siempre pone cada cosa en su sitio.

En mala hora llegó aquel beso,
a destiempo y sin un ápice de calor.
Mis labios permanecieron secos, inertes,
inmunes a cualquier reacción.
Tarde para todo. Temprano para nada.

L. de Fraga.


sábado, 25 de febrero de 2012

CUANDO NORMA JEAN SOÑABA

La pequeña Norma fue olvidada en un orfanato.
Los domingos en la iglesia deseaba desnudarse
antes los feligreses que dormitaban el sermón,
en aquel pueblo de paletos y manos lujuriosas
donde el silencio del castigo forjó la leyenda.

Norma Jean, no olvides tu secreto,
pero sigue siendo niña aunque embarren tu inocencia.
Quítate el viejo uniforme descolorido
y pasea tu belleza sin tapujos,
aunque sólo sea delante de un trozo de espejo.

Norma Jean, no olvides tu secreto,
aunque el mal ya está hecho para siempre.
Sueña con ser lo que quieras ser,
aunque esté prohibido y no te dejen huir.
Te lo quitarán todo. Todo, menos tus sueños.

Norma Jean, escápate de este mundo obsceno
y olvídate de aquellos muchachos que te rodeaban
el mismo día que te pusiste un raquítico jersey prestado.
Vive como quieras, pero mantén intacta tu inocencia.
Norman Jean, no dejes nunca de soñar

Pequeña, grita hasta que se te escuche
y revientes los tímpanos que te ignoran.
Ten felices sueños en esa casa bonita que será tu hogar.
Dios no tendrá en cuenta tus pecados,
sólo tu virtud.

Divina Marilyn, ya puedes quitarte la careta.
Ya puedes dejar de sonreír sin ganas,
de ir con el asco sobre la piel de cama en cama.
No tendrás pesadillas nunca más.
Duerme y reposa, niña perdida.

Al final todos los demonios son exterminados.


L. de Fraga.




miércoles, 22 de febrero de 2012

DISCULPAS INACEPTABLES

Supongo que me equivoqué.
Y no sirve de nada mirar atrás y lamentarse,
aunque lo nuestro estaba abocado al fracaso desde el minuto cero:
La historia más vieja del mundo que se pueda imaginar
con guión adaptado de un cutre melodrama yanqui.

Fuimos felices, porque, de alguna manera,
vivimos nuestro momento y nos olvidamos de las corazas.
Nosotros, esa gente dura y sin piedad, dejamos las armas
sin darnos explicaciones y de mutuo acuerdo.
Qué absurdo, manido y gastado resulta todo en la distancia.


Hay muchas ciudades europeas, miles de hoteles
con millones de plantas y dimos justo en la diana.
De día éramos decentes, cordiales compañeros,
pero al caer la noche, sólo compartíamos nuestra soledad.
Todavía siento tus discretos nudillos contra mi puerta.

Te esperaba cada noche casi desnuda dentro de la cama,
porque me daba vergüenza que descubrieras mi cuerpo.
Deslicé una pierna fuera de las sábanas
y respondiste tal y cómo eras:
"Me incitas a pensar en "Le genou de Claire".

Aquella noche los besos no se agotaban
por mucho que el tiempo quisiera ir en contra.
Sólo sé que me abrazaste como para que no huyera,
mientras repetías en voz baja
que nunca habías visto tanta hermosura en una sola mujer.

Te confesaste, pero ni te creí ni te quise creer:
"Me hubiera gustado quererte pero ya no puedo".
Supongo que no quería enamorarme tan lejos de ti.
Y mientras me estrechabas y tu boca paseaba sobre mí,
sentí un profundo poder que nunca había experminetado.

Tú llegaste a desnudarte por completo,
yo sólo me deshice de la ropa.
Cuánto más te dejabas ver,
yo me sentía más perversa y dueña de ti
con la impertinencia propia de la juventud.

Me recriminaste mi falta de sensibilidad.
Actué como suponía que hacen los tipos como tú:
Simplemente no le di trascendencia y me callé.
Reaccionaste como una dama despechada.
Al parecer, yo no era humana y carecía de entrañas.

Se acabó aquí. En este preciso instante.
Comprendí que nunca habías mentido y trastaste de olvidar.
Me guardo un abrazo en el que nuestros pechos se fundieron:
"Las matemáticas nunca han sido tan exactas;
tú 26 y yo 52"-sentenciaste.

Lucía de Fraga.



lunes, 20 de febrero de 2012

MANZANAS DE CARAMELO

Nunca me dejaron subir a un ponny de esos de las ferias:
"Los ponnys están sucios y tienen pulgas"-decían.
Nunca trajeron los Reyes Magos un Cinexín:
"Eso es un engaño absolutamente inútil"-volvieron a decir.
Ellos parecían saber siempre qué era "lo correcto".

Supongo que crecí de acuerdo con "La Norma".
No es extraño que los otros niños tuvieran tierra bajo las uñas,
mientras yo me lavaba compulsivamente las manos
obsesionada con  lombrices y piojos.
Sí, puede que aquello fuese "en verdad justo y necesario".

Siempre he soñado con manzanas de caramelo,
pero "¿No te das cuenta que es una manzana corriente?".
Puede que sea una manzana corriente que se disfraza.
Puede que aquellos ponnys ciegos estuvieran enfermos.
Pero "Lo Correcto" no siempre es "Lo más adecuado",
cuando tu deber es ser una niña, jugar con tierra mojada
y tener mocos y lombrices.

Lucía de Fraga.

martes, 14 de febrero de 2012

NOS MINTIERON

Nos mintieron a todos
con eso del cielo y el infierno;
con los cuentos de sapos y princesas;
con la yema de huevo diluída en café
y aquella amenaza con el reformatorio.

Supongo que no supieron hacerlo mejor,
aunque, a día de hoy, creo que si no sabes
es mejor que no te arriesgues.
Las calles están atestadas de hijos no deseados
y de padres hambrientos que se mean encima.

Nos mintieron. Sí, como a todos.
Con esa misma mentira que,
generación tras generación,
empaña los cristales
de ese vagón que no se detiene.

Unos y otros estiran las mismas mentiras.
Puede que haya hijos, de esos perfectos,
que vomitan en una esquina el sábado de madrugada
y tienen el tabique de cristal de tanta harina.
Pero, ¿quién se atreve? "Es un chico sano y deportista".

Padres y madres incumplen el débito conyugal,
porque se les ha fundido la bombilla del amor.
Ella hace croché y sueña con el chico del súper.
Él se va de putas. Siempre hay reuniones de accionistas.
Y un día se encuentran solos. Sin niños y con toda la verdad.

Lucía de Fraga.


jueves, 9 de febrero de 2012

LA PONZOÑA DE LAS ROSAS

Las rosas han caído sobre mí
con un mutilador aroma de espinas.
Las flores que tú derramaste sobre mi cuerpo
son ahora marchitos dardos envenenados
que me han clavado a los pies de tu cama.

He bebido, noche tras noche,
licor de pétalos empozoñados
que se me deshacían en la boca
como un sueño que muere
al llegar la madrugada.

Las rosas caen lenta y perversamente dulces
sobre mi cuerpo blanco, mis venas azules,
mis párpados de ángel y mi boca endemoniada.
Sigue y no te canses del veneno de las rosas,
las mismas que con mis labios sirvieron tu muerte.

Lucía de Fraga.