jueves, 24 de enero de 2008

EL TERAPEUTA

Esta mañana he ido a ver a mi terapeuta después de un año. La verdad es que no sabía cómo iba a reaccionar, porque la última vez, cogí la puerta y me fui. Me hicieron gracia sus propósitos de Rey Mago, mientras lo veía entre el humo huidizo de mi cigarrillo. "Somos lo que pensamos"-sentenció. Entonces, casi ni me atrevo a pensar lo que soy, jajajajaja. Me pregunté por la chica que antes se sentaba allí, con una pierna en el reposabrazos del sillón y no aparecí por ninguna parte. Cuando perdemos nuestros propios referentes, experimentamos hasta una sensación de "vaciado espiritual", como si alguien, incluso, hubiera borrado nuestros recuerdos, pero donde perviven las pesadillas, como pequeños entes carnívoros que van devorando nuestro ánimo. Hace tiempo que no disfruto con nada. Apenas me apetece leer y hasta la música me aburre. Pessoa hablaba de un cansancio de la vida que se le instalaba de pronto en el cuerpo. Ni el suicidio, ni la muerte eran el remedio, sino el hecho de no haber existido nunca. Tengo 28 años, por circunstancias de la vida estoy casi sola y nada de lo que ésta me ofrece me atrae. Escribo, pero ya no me gustan mis poemas. Me he quedado sin voz de tanto gritar... Echo para atrás la cabeza como si un ángel protector viniera a liberarme de mi condena, pero ¿cómo me voy a liberar de mí misma? Estoy enferma de mismidad, no de egotismo. Estoy cansada de la chica del espejo, de la que se ducha, se viste y se cansa de la vida, como si le echaran encima un abrigo mojado. Quiero cambiar(me) por otra, pero he perdido el tiquet.
Mis pasos son lentos, mis ideas amargas y mi corazón una esponja seca. Se acabó la función, Señores, no hay más Lucía Fraga por el momento. Y yo me muero de pena, porque me muero.

4 comentarios:

  1. "Quien vive más de una vida
    debe morir más de una muerte".
    O. Wilde (El prisionero de la cárcel de Reading).
    Toda vida que se precie debe rehacerse una y mil veces. Pessoa buscó y encontró sus claves, vivió y murió muchas otredades, alteregos, para regocijo DE SUS LECTORES. Nosotros, tus lectores, conocidos, amigos, no esperamos menos. Descansa y por encima de todo, vuelve. Y en cuanto a lo de los espejos... vélalos cuan metáfora o realidad borgiana.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Morir si, pero de muerte lenta (cantó un poeta) que todavía quedan muchas cosas por hacer, personas por conocer. Yo, por ejemplo, quiero seguir leyéndote.
    Un abrazo resucitado

    ResponderEliminar
  3. No hay mejor terapia que escribir, a veces, hasta las manos se mueven solas y se niegan a extingirse con el resto del cuerpo. Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Como liberarte? despertando, recordando, siendo...oye, escribes genial, gusta leerte...a veces xD

    ResponderEliminar