miércoles, 14 de diciembre de 2011

LAS VIEJAS LUCES

Cuando yo era una niña,
hace tanto, tanto tiempo,
aquellas viejas luces de bombillas enormes
encendían la vida de la Calle Real
y una íntima emoción en mi inocencia.

Las luces se han vuelto demasiado sofisticadas.
Han pisado las bombillas de mi infancia
y, como al hombre de hojalata,
me han colocado un reloj por corazón.

Puede que cambien las viejas luces,
puede que nosotros también cambiemos,
pero volvamos a ser niños que miren y no se asusten,
cambie lo que cambie,
en este mundo absurdo.

L. de Fraga.











martes, 6 de diciembre de 2011

EL MIEDO EN EL CUERPO

Dicen que el miedo es libre,
aunque en sus manos sufras una condena.
El tiempo sólo pasa para el viejo reloj del pasillo
que con cada sonido de campana
te hiela un poco más, sueñes o tan sólo pienses.

Se instala en tus huesos un gusano repugnante
que construye verjas y barrotes de tu propia sangre.
Todas las salidas están cerradas;
ni un sólo semáforo en verde;
se acabaron las plazas vacantes.

El zumbido en las orejas, los ojos cerrados,
miles de latidos te golpean las sienes.
Caminas a oscuras con el abismo bajo los pies.
Estás solo:
No, el miedo te acompaña.

Lucía de Fraga.





sábado, 3 de diciembre de 2011

LA VIDA ES UNA MIERDA

Yo no me he inventado esa frase,
pero la repito a menudo.
Quizá, no sepa que la Felicidad
viene en pequeñas cápsulas de alegría.
Esa misma alegría con la que te quedas
cinco minutos más en la cama por la mañana.
Vivir, Morir...Todo es una cadena.
Seguro que después no hay nada,
pero prefiero autoengañarme
con esa idea de un dios acogedor.
Tengo el espíritu cansado
y pocas ganas de caminar.
Pero yo he inventado para tí
un lugar que da al corazón reposo.
Ni Dios te lo ha de quitar,
te doy mi palabra.
Hasta siempre.

Lucía de Fraga.

A todos los que voy perdiendo.










sábado, 26 de noviembre de 2011

"MARATÓN DE ESCRITORES": ENTRE GRANDES Y GRANDES.

Un nuevo proyecto poético  que ya había nacido en la red (Netwriters) se ha concretado en la publicación que lleva por título Maratón de Escritores, a cargo de Enrique Gracia Trinidad y Emilio Porta. Esta publicación, sin precedentes en la historia de nuestro panorama literario actual, es la mejor muestra de talento reunido en un volumen que no entiende de más condición que la calidad literaria. Esa cantidad de "Ilustres Desconocidos" -como dice Enrique y yo ratifico-, que se mueven entre luces y sombras, se mezclan aquí con las voces más consagradas: de Gamoneda, Colinas, Luis Antonio de Villena, Aute, Gala, Marina Mayoral... a auténticos genios, silenciados o silenciosos, que el lector crítico sabrá reconocer enseguida por su buen hacer en el arte de la palabra.
Yo les propongo que apuesten a la carta más alta. Tomen el índice de este libro al azar y lean a aquellos autores que más extraños les resulten y ,más tarde, compartan su emoción entre autores conocidos y desconocidos. Todos son artistas que guían por un mismo denominador común: el arte, la agudeza y el ingenio.
Lucía de Fraga.

jueves, 10 de noviembre de 2011

DESTINO PÓSTUMO

No me importa que me roben los juguetes.
Que se cuelen en mis sueños
o que se olviden de mi cumpleaños.
Ya sé que no soy una chica  muy afortunada,
por eso me guardo de la vanidad del éxito.

Cuántos libros has escrito,
cuántos hombres te han amado,
qué entiendes por Felicidad.
Ya no creo nada más que en "Reth Buttler"
y en mi tránsito intestinal.

Buscas el futuro entre los escombros del pasado.
Te acusas ante el espejo y te sueñas tal como eras.
El tiempo pasa y la gloria del laurel se ha marchitado.
Yo no escribo para nadie;
Nadie más que para un corazón maldito.

L. de Fraga.

domingo, 30 de octubre de 2011

TÓPICOS DE UN TIEMPO QUE VIVIMOS

Un día te despiertas y ya has pasado los treinta.
El espejo te dice una verdad que no quieres creer,
pero, ciertamente, ya hemos dejado de ser niños.
Se acabaron los columpios y las rodillas sucias.
Sólo sientes que la vida te ha tomado el pelo.

Tu infancia fue un relámpago
que se llevó los juguetes a arreglar
y nunca más volvieron.
Y ahora estás aquí
como un intruso en tu propia vida.

Los cuentos de hadas eran todos mentira;
estás sola y has besado a demasiados sapos.
Todo tiene un gusto rancio
que suena a canción repetida,
porque esta historia ya te la habían contado
(aunque tú no te creías que te iba a  tocar).

Ahora eres tú protagonista de esa vieja retahíla:
No, ya no somos niños, ese tiempo se fugó
con tus sueños de súper héroe.
Despierta de una vez
que las horas se marchan para no volver.

Una vez fui pequeña, diminuta como un guisante
debajo de la cama de una auténtica princesa.
Me pinché los dedos con una rueca
y caí en un largo sueño.
No, ya no somos niños.

Puede que nos hayamos hecho mayores
sin darnos casi cuenta.
Quemamos etapas y las etapas nos quemaron.
¿Sabes qué te digo?
"Sana, sana culito de rana".

Lucía de Fraga.








lunes, 24 de octubre de 2011

YO SÉ QUE TÚ SABES

Me desnudas, lenta y dulcemente,
con tu sutil mirada entre la multitud
que asfixia nuestras voces.
Yo sé que tú sabes
lo que los dos sabemos.

No importa ni el tiempo o la distancia
para que nos amemos silenciosamente,
tal vez, en ese punto entre la vigilia y el sueño
en el que amanecemos envueltos tú y yo,
en nuestras camas solitarias de luz o de lamento.

Perdidos como niños en un centro comercial
siempre acabamos con una chaparreta,
porque no podemos encontrarnos
en ningún punto de información
donde fundir tu cuerpo con mi cuerpo.

Yo sé que tú sabes
lo que dos dos sabemos.
Nos amamos con los ojos que son nuestras manos
y, en un lenguaje único y cifrado,
decimos aquellas palabras prohibidas.

No sé qué va a pasar.
Quizá nos descubra la multitud asfixiante.
En ese caso gozaré de ser encarcelada,
porque nos habremos amado.
La voz será deseo y el ojo tu mano.

Lucía de Fraga.