domingo, 8 de junio de 2008
BODAS DE ORO EN RICK´S
aunque ahora hasta daría un euro-dólar
por tus pensamientos en negro.
Tal vez, te tenga que sacar
la moneda de debajo de la lengua
para saber qué piensa un muerto
y, así, dejarte en esta orilla,
condenándote conmigo
sin blanca para pagarle al barquero.
Aquel día los alemanes iban de gris,
y tú llevabas esta misma gabardina
con la que limpio las gotas de whisky
en la misma mesa
donde nos dijimos "bis morgen, Liebe".
Víctor e Ilsa pasaron a la Historia.
A la Historia de los libros, los diarios,
los homenajes y los sellos.
Tú y yo quedamos sellados
como cada uno de los latigazos
que dejó la guerra de Dachau
en mi espalda.
"Yo corrí sobre el camino del campo,
hecho con las lápidas de los Horowitz,
como por el teclado de un viejo pianista,
de octava en octava mal percutida.
El ángel de la muerte me había desnudado.
Marcó con una estilográfica Sheaffer Wasp
los puntos de intervención:
la falsa judía era demasiado resistente,
demasiado lívida y demasiado rubia:
Había que incocularle la semilla de un ario
La misa del Gallo. Mi infancia en Leibnizstrasse.
La espalda en arco. Los ojos hacia el fillamento de una bomilla.
El gramófono de la casa de mis padres: Preludio a la siesta de un fauno.
Uno. Cuchillada abdominal de carne humana.
Primeros pasos de la mano de mi hermano en Schloss Sanssouci bei Postdam.
Dos. Giro de cabeza: lleva una pistola.
El desván de la casa de mi abuela y mi amiga Hildegard.
Tres: Muere.
Me saco al SS de encima.
Cojo una gabardina y una boina.
Paso el control.
Disparan,
Tú gritas: LASSEN SIE"
martes, 26 de febrero de 2008
VIDA EN VOLUTAS
El cigarro se apaga lentamente
Entre mis dedos,
Pero me pregunto
¿quién se consume realmente de los dos?
Siento el humo como una mano sinuosa
Que sube hasta mi cuello,
Enrededadera mortífera de nicotina y alquitrán.
Tal vez quiera lamer mi cuello
Para conocer el sabor
De las mujeres de cristal incandescente.
La ceniza me mancha las manos
Como señal de finita mortalidad
Que me sacudo con desesperación.
Mancho mi cara con el negro muerte harinoso
Y me contemplo en el espejo
De este paraíso de los idiotas.
Mis manos caen,
Artilugio descompuesto,
Y me rompo como una muñeca de porcelana.
Con media cara
El mundo es más absurdo
Y enciendo otro pitillo
Que me trae en volutas
Los restos de mí que ya no quiere nadie.
Al otro lado del espejo
Los asesinos son sacerdotes
Y las culpas risas enlatadas.
El humo lo cubre todo
Y los ojos me lloran
Hasta hacerme ver a mi madre
Con una escoba
barriendo la porcelana
de lo que fui ayer.
miércoles, 20 de febrero de 2008
LUZ DE GAS
lunes, 11 de febrero de 2008
CALLE FRÍA
En casa, me deshilvano como una retahila de ropa amantada. Pongo agua a hervir, mientras me saco las botas y enciendo la radio para sentirme menos sola. El te es un buen descongestivo para el alma enferma; enferma de amor, de desamor, de tristeza. Me han dicho hace poco que soy triste y me he reído -discúlpenme, los felinos somos sibilinos-, quizámi tristeza no tenga nada que ver con este mundo. Yo soy una simple clochard de las letras, con poco ánimo y hambre en el corazón.
sábado, 9 de febrero de 2008
PEQUEÑOS PLACERES
lunes, 4 de febrero de 2008
PRISIÓN DE CARNE HUMANA
PRISIÓN DE CARNE HUMANA
Me arrancarías una pierna
con tal de convertirme en tu eterna Tristana.
La calle es fría y oscura
Por eso me subo el cuello del abrigo.
En los escaparates no hay más
que maniquíes seccionados
con amplio abanico de medias negras.
Ya han apagado la luz
Del luminoso “Hotel Paraíso”.
Darte las buenas noches,
Hubiera sido como poner un freno inútil,
Por eso, un abrazo tuyo
Es como de ángel con alas de cemento.