domingo, 5 de diciembre de 2010
FINALES DESEADOS
Llega un momento en el que toca despedirse.
No sé si habré sabido quereros, pero lo he intentando.
Hago repaso de mi vida y no encuentro ancla alguna
Que me tenga varada a esta tierra por más tiempo.
Viví mi infancia como una gran tragedia,
Como una asesina de Cristo.
Y entre las cortinas, veía de noche
A los verdugos que venían a por mí.
De mi juventud pude comprobar el horror de la vida,
La cara sangrienta del sufrimiento que no cesa ni perdona.
He bebido los licores más amargos y mis ojos
Han sido testigos del delirio más atroz.
He luchado hasta derramar la última gota de sangre.
Hasta caerme al suelo y no poderme levantar.
Hasta pedir a Dios por una muerte de piedad
Y ver acabados los días de tormento.
Ahora que no queda nada.
Que sólo el silencio es testigo mudo de mi deshumanización,
Me bebo este Oporto con descanso, segura y en paz,
Porque ya nada puede pasar.
Yo misma me he encargado de ir persignando
Los minutos de esta última comedia.
En breve, tendré convulsiones y espuma por la boca,
Pero déjame que disfrute de esta serena soledad.
Soledad serena y de sonora música callada,
Aquí me entrego tal y como soy,
Con nada vine y con nada me voy,
Dame tú el descanso eterno.
Lucía de Fraga.
sábado, 27 de noviembre de 2010
LA ANUNCIACIÓN
La niña apareció con el cráneo aplastado y
un hilillo de sangre cayendo de su boca.
Con el pijama destrozado y bajo un arbusto,
Víctima de una pesadilla que algún mortal hizo cierta.
Ya no puedo mirarme al espejo, porque sé
Que, de alguna extraña manera, yo mato niñas
De cinco años cada vez que se levanta la veda,
A pesar de que mi mano caiga inerte.
Aunque sea mi propia muerte, mi propia niñez,
No dejo de ser una asesina de las sábanas blancas
Que tiño de rojo alguna que otra noche que bebo lo justo
Como para ver el mundo con una lente de aumento.
La costumbre a la soledad es peor que un juego de naipes con la muerte.
Esa nociva compañera que me invita a probar
Sus licores alucinógenos e inductores al arma.
¡Que hermosos los colores que crecen y la ávida mano!
Hoy ha vuelto a morir otra niña en mi cerebro.
Que es mi muerte hecha quimera minúscula.
Me he lavado los dientes después de comer
Y he escupido sangre.
Esa niña soy yo.
Lucía (de) Fraga.
martes, 16 de noviembre de 2010
SÁBANAS FRÍAS
¿Qué esconde la sábana fría de las noches sin dormir
entre la angustia de la muerte, la vida y la duda?
¿Qué “Acaso” me aguarda en la fila de los locos?
Me desespera el tiempo que se va por el váter
En una pendiente genocida de latidos y minutos.
Ya no me da miedo mirar de frente a la muerte,
Porque he visto las caras más sádicas y deformes de la vida.
¿Qué traen las auroras negras con su canto funerario?
Que no me traigan más niños muertos ahogados como dulces Ofelias.
Mi fe se ha perdido. Ha huido de mí como de un apestado.
El deseo de la muerte mata la vida y la duda es un narcótico del sentimiento.
Por eso qué me puede preocupar una sábana sucia,
En una noche insomne,
Donde se mezclen liberación, sufrimiento y un hilo invisible.
L. Fraga.
sábado, 13 de noviembre de 2010
DESTINO
Una gasa me cubre los ojos,
Apenas puedo distinguir su carita de niño muerto,
Máscara oficial de su profesión subencionada
Por las benzodiacepinas y las fluoxetinas
Esta noche me he meado en la cama,
Porque le he visto en sueños tal y como es.
Debajo de la máscara profilática subencionanda
Esconde la ilustre calavera del que sale de entre los muertos.
Aunque no te mantengas ni en pie,
Te arrojará la pala maldita para que caves hasta desaparecer.
La sangre de mi útero se mezcla con la tierra de mi fosa
Y nace otro niño muerto con seis vueltas de cordón.
Te pintarás una sonrisa de payaso la última vez que los veas,
Mientras él te apura hacia el cuarto de baño,
Gomas, cuchillas, agua caliente, toallas, puerta cerrada.
Él es el indicador de que no hay salida esta vez.
L. Fraga
domingo, 31 de octubre de 2010
AUTODEFINIDO
He sucumbido a las fragancias del fracaso,
Pero estoy aquí.
Puede que haya perdido algo más que talento,
Pero yo hago sombreros de tristeza y paraguas de sombras.
Soy el artesano de la ruina, de la demencia, del vacío
Que con sus manos heridas por el tiempo en que antaño florecieron
Versos y besos, amasa ahora la amarga levadura de su pan.
He sucumbido a las fragancias del fracaso,
Como el borracho ante el cartón de vino.
Pero yo hago azulejos de sangre y lirios de lata.
Soy el morador de lo oscuro, de la sima, del abismo
Con pie siempre presto al tropiezo mortal,
Pero estoy aquí.
Yo, que me he dejado engañar por las falacias del destino,
Me mantengo en pie a base de arañar paredes y saltar ventanas.
Yo, que he caído de la derecha de Dios Padre,
Hago rosarios de lágrimas e imágenes de llanto.
Yo, que he perdido en la vida como en la muerte,
Que he besado los pies del desatino
Y me he bañado en mares oscuros de mentiras,
Fracasado y solo,
Aún estoy aquí.
martes, 19 de octubre de 2010
EL MISMO IDIOMA
Me acabo de fumar el último cigarrillo que me quedaba.
Esta noche sé que no podré dormir pensando en el tabaco.
Yo no le pedí a Dios globos de colores ni cintas para el pelo.
Pero parece que llega un tiempo en que nos hacemos mayores
Y las cosas tienen que empezar a estar bien hechas.
Tengo los labios quemados de fumar sin filtro,
El corazón amordazado de que me tapen la boca
Las manos ajenas del mundo de las persianas bajas.
No sé si hablamos el mismo idioma,
Pero algo me dice que estamos unidos hasta la muerte.
Me acabo de terminar la última copa de Oporto del mueble-bar.
Esta noche puede que duerma o no, pero si lo hago
Será nadando en sueños etílicos y de narcóticos.
Sé guardarme de la policía de rondas de noche y madres despiertas.
Yo no pedí un traje blanco para tragarme el cuerpo de Cristo.
Me pesan los brazos de sueño, alcohol y noche.
Quizá hablemos el mismo idioma, aunque mi cama
Se incendie cada noche al recordar mi infancia robada.
Puede que este frío que siento no seas más que la antesala de la muerte
Y que estos latidos que se me van sean adioses en una mañana perdida.
Acaba de terminar el aria de Maria Callas, “Casta Diva”.
¿Sirvió de algo, acaso, ser mártir entre los herejes?
Ya presiento como tu lengua y la mía se enredan en un mismo idioma
Sin palabras ni sonidos, ni tampoco en estúpido beso de amantes.
Ya no le queda a mi vida ni un puñado de segundos de ventaja.
De qué coño sirve estar vivo, si se está muerto de mente.
Cuando no quedan sentimientos ni emociones, sólo nos resta la sensación;
La sensación de vació que golpea mi pecho contra una piedra
Y me deja sin aliento para tres segundos de ternura.
La que no conocimos en nuestro famoso idioma.
domingo, 17 de octubre de 2010
CORAZÓN A PODRECIDO /CORAZÓN PODRIDO
CORAZÓN APODRECIDO
Eramos amantes dun mundo alleo
Onde os nosos corpos se mesturaban coa ledicia das fadas.
Agora, neste intre de horas baleiras
Que ti enchías cada óco coa túa presencia,
Non me queda máis ca un longo rosario de bágoas.
Prego decote por che esquencer;
Por esquencer como xunguidos os nosos seres,
Voltabamos ser cativos a xogar na praia.
Foi certo o teu sorriso enleado nos meus cabelos.
Foi certa a miña ledicia de nena amada.
Non me restan máis ca palabras sinxelas,
Olladas saudosas do que é un “ser” e non quixeches que fose.
Collerei a miña luz de camiño de volta e levarei comigo
Todos os anacos de min feitos agarimo de vermes
Que xorden do meu corazón apodrecido polo teu veleno.
++++++
CORAZÓN PODRIDO
Éramos amantes de un mundo ajeno
Donde nuestros cuerpos se mezclaban con la alegría de las hadas.
Ahora, en este instante de las horas vacías,
Que tú llenabas con tu presencia,
No me queda más que un largo rosario de lágrimas.
Pido de rodillas constantemente olvidarte;
Por olvidar como imantados nuestros seres,
Volvíamos a ser pequeños que juegan en la playa.
Fue cierta tu sonrisa enredada en mis cabellos.
Fue cierta mi alegría de niña amada.
No me quedan ya más que palabras sencillas,
Miradas nostálgicas de lo que es un “ser” y no quisiste que fuese.
Cogeré mi luz de camino de vuelta y llevaré conmigo
Todos los pedazos hechos cariño de gusanos
Que brotan de mi corazón podrido por tu veneno.
Lucía de Fraga
Suscribirse a:
Entradas (Atom)