domingo, 12 de abril de 2015

EL RASTRO II


EL RASTRO


Oscuridad tubular y silenciosa.
(Algo huele a podrido...)
Te precipitas hacia la nada.
Pastilla sublingual y un cráneo en la mano.
(¡Ay!, Pobre Yorick)
Músculos de acero en tensión.
Los perros vendrán esta noche.

Quieta. Déjalo todo tal cual.
(¿Qué se hicieron de tus burlas, tus brincos, tus cantares..)
Alprazolán que amarga tu lengua.
Sabor a Angustia disuelta en la boca.
(¡Ay!, Pobre Yorick)
“Señor, ten Piedad; Cristo, ten Piedad”
Alejad este Cáliz de mi boca.

Las ventanas tiemblan de dolor
( ...y aquellos chistes que animaban la mesa con estrépito?)
entre gemidos de cristal y aluminio.
Atenta: Llantos, llantos y llantos.
(Algo huele a podrido...)
No veré otra madrugada...
Tus verdugos se acercan.

Vuela y abandona esta Tierra Desterrada.
(¡Ay!, mi Pobre Yórick)
Nadie te echará en falta.
Es la hora: Véncete o Libérate,
(Ahora, falto ya de músculos,...
hasta que pierdan tu rastro.
Has dejado Huellas por todas partes.
...ni puedes reírte de tu propia deformidad)

Efectivamente, algo huele a podrido: Dinamarca o Tú.


LUCÍA DE FRAGA

1 comentario:

  1. El título no es acorde porque sin duda deja de un profundo rastro en quién lo lee, mi admiración, un abrazo del alma

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