El blog no se puede actualizar por enfermedad.
Espero reincorporarme en breve.
Disculpas.
L. de Fraga.
viernes, 25 de enero de 2013
jueves, 10 de enero de 2013
PLAZA VACANTE
He abandonado mi puesto
y mi silla está vacía.
Ya no quiero continuar
con este extraño viaje
de paradas permanentes.
Hoy decido que no,
que no quiero ocupar
más vagones de ultratumba
y sólo deseo que me den
el finiquito de lo que me deben.
Dejo una plaza vacante
por si a alguien le interesa.
Vivir me cansa demasiado
y necesito olvidarlo todo,
porque yo ya no soy yo.
Quien decida sustituirme,
si es que a alguien le interesa,
debe ser feliz tanto como pueda.
Mi tristeza es el pan de cada día
con fruto venenoso y estéril.
Dejo una plaza vacante.
Tómela quien desée vivir.
Yo ya estoy cansada
y no me quedan más fuerzas.
Viva quien sepa vivir.
L. de Fraga.
y mi silla está vacía.
Ya no quiero continuar
con este extraño viaje
de paradas permanentes.
Hoy decido que no,
que no quiero ocupar
más vagones de ultratumba
y sólo deseo que me den
el finiquito de lo que me deben.
Dejo una plaza vacante
por si a alguien le interesa.
Vivir me cansa demasiado
y necesito olvidarlo todo,
porque yo ya no soy yo.
Quien decida sustituirme,
si es que a alguien le interesa,
debe ser feliz tanto como pueda.
Mi tristeza es el pan de cada día
con fruto venenoso y estéril.
Dejo una plaza vacante.
Tómela quien desée vivir.
Yo ya estoy cansada
y no me quedan más fuerzas.
Viva quien sepa vivir.
L. de Fraga.
Etiquetas:
El Ángel Caído: Ricardo Bellver.
miércoles, 2 de enero de 2013
EL RASTRO DE LA SANGRE
Oscuridad tubular y silenciosa.
Te precipitas hacia la nada.
Músculos de acero en tensión.
Los perros vendrán esta noche.
Pastilla sublingual y sesos en la mano.
Quédate quieta. Olvídate.
Lengua amarga de Alprazolán.
Sabor a angustia disuelta en la boca.
"Señor -ten Piedad-,y si es posible
aparta de mí este Cáliz".
Las ventanas tiemblan entre
gemidos de aluminio y cristal.
Llantos, llantos y llantos.
No veré otra madrugada.
Se acercan tus verdugos.
Vuela y deja esta Tierra Desterrada.
Los sesos están por todas partes.
Nadie te echará en falta.
Véncete o Libérate,
hasta que pierdan tu rastro.
Has dejado tu sangre en cada Palabra.
Lucía de Fraga
.
Te precipitas hacia la nada.
Músculos de acero en tensión.
Los perros vendrán esta noche.
Pastilla sublingual y sesos en la mano.
Quédate quieta. Olvídate.
Lengua amarga de Alprazolán.
Sabor a angustia disuelta en la boca.
"Señor -ten Piedad-,y si es posible
aparta de mí este Cáliz".
Las ventanas tiemblan entre
gemidos de aluminio y cristal.
Llantos, llantos y llantos.
No veré otra madrugada.
Se acercan tus verdugos.
Vuela y deja esta Tierra Desterrada.
Los sesos están por todas partes.
Nadie te echará en falta.
Véncete o Libérate,
hasta que pierdan tu rastro.
Has dejado tu sangre en cada Palabra.
Lucía de Fraga
.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
PERÍODO DE DESCANSO
Queridos Amigos:
Por determinadas circunstancias, tego que suspender durante unos cuantos días -no sé cuántos, todavía-, la actividad del blog.
Os ruego que me disculpéis.
Un fortísimo abrazo y un MUY FELIZ AÑO NUEVO.
L. de Fraga.
(Ya sabéis mi consigna; me niego a ofreceros poemas cutres sólo para cubrir el expediente).
Por determinadas circunstancias, tego que suspender durante unos cuantos días -no sé cuántos, todavía-, la actividad del blog.
Os ruego que me disculpéis.
Un fortísimo abrazo y un MUY FELIZ AÑO NUEVO.
L. de Fraga.
(Ya sabéis mi consigna; me niego a ofreceros poemas cutres sólo para cubrir el expediente).
lunes, 10 de diciembre de 2012
AUSENCIA EN EL SALÓN
Un
televisor estropeado retransmite su niebla.
No
temas...Acércate y mira hacia dentro.
¿Qué
te puede pasar?
Ausencia;
silencio; La Nada.
Caes
lentamente dentro de tu propio abismo corporal.
Vas
hacia atrás en una encriptada cinta aeróbica
y
continúas la caída dentro de ti.
Estúpida...
Has caído en la trampa,
porque
no sabes quién eres.
Bienvenida
al salón de los ocho espejos.
No
hay instrucciones ni prospectos.
Sólo
tu instinto de conservación.
Nadie
te puede decir ya nada.
Estás
en el carrusel de la identidad circular,
así
que adivina cuál de ellas eres.
Los
espejos no se rompen con tus alaridos,
sino
que te devuelven la reverberación de todos tus reflejos.
No
grites más que nadie puede oírte.
Te
multiplicas por ocho en ocho épocas distintas,
mientras
el salón gira a tu alrededor y vas de la Vida a la Muerte.
No
te rompas los puños ni manches de sangre el salón.
El
espejo octogonal te devuelve cada golpe en el vientre
hasta
que se te llene la boca de salvaje saliva roja.
Esas
ocho mujeres te esperan para que tú elijas a una.
¿Cuál
de ellas eres?
Te
mareas frente a las ocho caras sin saber escoger.
Hay
dos fulanas, una madre, una joven revieja,
una
hembra estéril con el útero vacío, una matricida,
una
niña inocente y una desgraciada solitaria.
¿Todo
eso eres tú?
Un
televisor estropeado retransmite su niebla.
El
salón se ha quedado vacío.
Sólo
se oye el ruido gris de la niebla televisiva.
Se
ha roto el espejo del cuarto de baño
y
del techo cuelga sin cara un cuerpo femenino.
Lucía
de Fraga
martes, 4 de diciembre de 2012
LAS ONDAS SILENTES
No
busques más.
El
tiempo a destiempo no sirve de nada.
Has
perdido tu angélica asexualidad
Y
ya es tarde para las nínfulas durmientes.
Despierta,
Mujer...Sufre la metamorfosis.
Tu
contorno de hembra cambia ahora
al
antojo de las agujas punzantes de un reloj.
La
carne se convierte en vaivén hipnótico
de
ondas silentes que modulan tu cuerpo.
Eres
recorte danzante entre dos curvas caprichosas.
No
te mires más en el espejo,
donde
un día, tal y como hoy, te quedaste atrapada.
Las
ondas silentes continúan su baile, se mueven y se estiran,
mientras
te pierdes dentro de su acordeón delirante:
eres
grande, pequeña o, tal vez, un monstruo.
Sigue
esta melodía chirriante que te somete al trance.
Esas
líneas onduladas dibujan caminos humanos
Llenos
de curvas sibilinas y cinturas que se estrechan
en
silueta de dos copas rotas que se unen por la base y,
sin
darte cuenta, aparecen uno tras otro los barrotes.
Tú,
animal cautivo en una celda de reflejos,
contempla
cómo te pervierten las olas silenciosas.
No
te reconoces –no sufras...-, ni nadie lo volverá a hacer.
La
geometría corrupta te disecciona:
La
curva ha dado paso a la recta.
Ya
eres presa de un cubismo carnívoro.
Mírate,
hembra estéril de pechos seccionados y triangulares.
Tus
piezas ensangrentadas se disponen
en
un llanto de cubos y orden mecanicista.
No
cierres los ojos –no sufras-... El baile ha acabado.
Vivirás
para ya siempre dentro de un marco,
contenida
en la planicie y la perspectiva alegórica.
Cuelgas
en una sala de ordenada humedad y temperatura
con
el horror de la dolorosa sonrisa permanente:
“Muchacha
con sombrilla”- Él te ha capturado.
viernes, 23 de noviembre de 2012
NO PUDO SER (A ti, claro)
Como siempre, Fin sin Principio...
Me parece que alguna vez
fuimos realmente felices,
aunque ahora sólo me quedan
recuerdos y dolor menstrual.
Incluso soñamos un hijo
que sentí crecer plenamente
dentro de mis entrañas.
Tal vez, era sólo ilusión,
pero aun así, era nuestra.
Pasaré mala noche...
Y vendrán noches peores,
porque hoy que me he partido
en dos, entre amarte y serte fiel.
La balanza me la ha jugado.
Yo tengo vetada la Felicidad,
pero no puedo, ni debo, ni quiero
arrastrarte conmigo hasta aquí.
Prefiero hacer este sacrificio
sin sangre, a pesar de censurarme.
No mires atrás para nada.
Sigue el Camino Izquierdo,
siempre, siempre a la Izquierda.
Y aunque me oigas gritar,
no vuelvas jamás la cabeza.
Lucía de Fraga.
Me parece que alguna vez
fuimos realmente felices,
aunque ahora sólo me quedan
recuerdos y dolor menstrual.
Incluso soñamos un hijo
que sentí crecer plenamente
dentro de mis entrañas.
Tal vez, era sólo ilusión,
pero aun así, era nuestra.
Pasaré mala noche...
Y vendrán noches peores,
porque hoy que me he partido
en dos, entre amarte y serte fiel.
La balanza me la ha jugado.
Yo tengo vetada la Felicidad,
pero no puedo, ni debo, ni quiero
arrastrarte conmigo hasta aquí.
Prefiero hacer este sacrificio
sin sangre, a pesar de censurarme.
No mires atrás para nada.
Sigue el Camino Izquierdo,
siempre, siempre a la Izquierda.
Y aunque me oigas gritar,
no vuelvas jamás la cabeza.
Lucía de Fraga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)