jueves, 5 de abril de 2012

ALGUIEN EN LA OSCURIDAD

Alguien  embiste contra el cuerpo
de una mujer descalabrada.
Está prácticamente inconsciente;
sólo puede experimentar cómo se diluye
su mente a través del vértigo de un  túnel sin final.

Como una muñeca desarticulada,
de miembros muertos y ojos espantados,
Él hace y deshace sobre su ser:
no siente el tacto morboso sobre sus pechos,
ni el calor de las babas sucias que la cubren.

Está absolutamente perdida en la ceguera.
Siente zumbidos en el interior de su tímpano,
pero su mente sigue cayendo hasta la eternidad.
Su cuerpo es un cadáver automático
sobre el que se mezclan el sudor y el semen.

Ella sigue perdida entre unas sábanas feroces
que sólo desean pasear lascivamente
por las esquinas más pudorosas de su ser.
Es un combate perdido contra piel viva,
animal, penetrante y salvaje.

No despertarás jamás de tu pesadilla.
Aunque recobres la razón,
siempre sentirás
ese calor nauseabundo y húmedo
del que nada ni nadie te puede librar.

Lucía de Fraga

No hay comentarios:

Publicar un comentario