Nos mintieron a todos
con eso del cielo y el infierno;
con los cuentos de sapos y princesas;
con la yema de huevo diluída en café
y aquella amenaza con el reformatorio.
Supongo que no supieron hacerlo mejor,
aunque, a día de hoy, creo que si no sabes
es mejor que no te arriesgues.
Las calles están atestadas de hijos no deseados
y de padres hambrientos que se mean encima.
Nos mintieron. Sí, como a todos.
Con esa misma mentira que,
generación tras generación,
empaña los cristales
de ese vagón que no se detiene.
Unos y otros estiran las mismas mentiras.
Puede que haya hijos, de esos perfectos,
que vomitan en una esquina el sábado de madrugada
y tienen el tabique de cristal de tanta harina.
Pero, ¿quién se atreve? "Es un chico sano y deportista".
Padres y madres incumplen el débito conyugal,
porque se les ha fundido la bombilla del amor.
Ella hace croché y sueña con el chico del súper.
Él se va de putas. Siempre hay reuniones de accionistas.
Y un día se encuentran solos. Sin niños y con toda la verdad.
Lucía de Fraga.
Nos mienten continuamente, la falsa religión montada sorbe mentiras, las falsas células madres, las falsas bajadas de impuestos, la falsedad de que te vas a curar con esta suatancia... Curiosamente todo es para alimentar una falsa esperanza...que el pueblo quiere.
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