jueves, 9 de febrero de 2012

LA PONZOÑA DE LAS ROSAS

Las rosas han caído sobre mí
con un mutilador aroma de espinas.
Las flores que tú derramaste sobre mi cuerpo
son ahora marchitos dardos envenenados
que me han clavado a los pies de tu cama.

He bebido, noche tras noche,
licor de pétalos empozoñados
que se me deshacían en la boca
como un sueño que muere
al llegar la madrugada.

Las rosas caen lenta y perversamente dulces
sobre mi cuerpo blanco, mis venas azules,
mis párpados de ángel y mi boca endemoniada.
Sigue y no te canses del veneno de las rosas,
las mismas que con mis labios sirvieron tu muerte.

Lucía de Fraga.



1 comentario:

  1. Ponzoña es una palabra mística, casi fascinante...
    me permito el lujo de usarla en mi último poema.
    abrazo poético neurótiko!
    Vara

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