EL RASTRO
Oscuridad
tubular y silenciosa.
(Algo huele a podrido...)
Te
precipitas hacia la nada.
Pastilla
sublingual y un cráneo en la mano.
(¡Ay!, Pobre Yorick)
Músculos
de acero en tensión.
Los
perros vendrán esta noche.
Quieta.
Déjalo todo tal cual.
(¿Qué se hicieron de tus burlas, tus brincos, tus cantares..)
Alprazolán
que amarga tu lengua.
Sabor
a Angustia disuelta en la boca.
(¡Ay!, Pobre Yorick)
“Señor,
ten Piedad; Cristo, ten Piedad”
Alejad
este Cáliz de mi boca.
Las
ventanas tiemblan de dolor
( ...y aquellos chistes que animaban la mesa con estrépito?)
entre
gemidos de cristal y aluminio.
Atenta:
Llantos, llantos y llantos.
(Algo huele a podrido...)
No
veré otra madrugada...
Tus
verdugos se acercan.
Vuela
y abandona esta Tierra Desterrada.
(¡Ay!, mi Pobre Yórick)
Nadie
te echará en falta.
Es
la hora: Véncete o Libérate,
(Ahora, falto ya de músculos,...
hasta
que pierdan tu rastro.
Has
dejado Huellas por todas partes.
...ni puedes reírte de tu propia deformidad)
Efectivamente,
algo huele a podrido: Dinamarca o Tú.
LUCÍA DE FRAGA
El título no es acorde porque sin duda deja de un profundo rastro en quién lo lee, mi admiración, un abrazo del alma
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