miércoles, 29 de octubre de 2014

SOBRE TU CADÁVER


SOBRE TU CADÁVER

La noche se vela como un viejo carrete.
Ya no podré encontrarte en ningún negativo.
Todos arden con la luz de una luna rojiza
que advierte del contenido regreso del deseo.

No me queda más remedio que añadir
tu nombre a la lista de “aquello que no fue”.
Pero esta madrugada húmeda,
todo se convierte en papel mojado.

Te pienso, te pienso, porque no puedo recordar.
Es en la memoria donde habita lo real pretérito
y no tengo constancia de haberte vivido.
Algo va a ocurrir- sentencia el barómetro.

Te pienso y pienso en las unidades
sucesivas de hombres que no amé.
Tonta o cobarde. Ya no importa.
Me abriré en canal, quejido del Universo,

para recibirte de Gracia plena
con la solemnidad de un violado Sacramento.
Estás en mi lista, ¿lo sabes?,
aunque el papel siga mojado.

Qué extraña humedad empaña mi carne.
No tengo manos suficientes
para ocultar este secreto a gritos,
esta vergüenza primera que deja cercos

y charcos sobre los que saltar
antes de que me pinche el dedo con la rueca.
Sí, no te quiero, por eso estás muerto.
Qué gratificante es hundir la yema

hasta el fondo y sentir el latido
sanguíneo hasta la extenuación.
Prepárate, porque hoy pienso
hacerlo sobre tu cadáver.

Llevaré protección, querido:
Contigo lo voy a hacer sin amor.

Lucía de Fraga, poeta.

Pintura: "La Trombe", Gustav Courbet.

viernes, 10 de octubre de 2014

LA BAYETA

LA BAYETA

Boca en meditada suspensión.
Ojos penetrados por la mística lumbre.
Boca muda que no dice ni sabe.
Niña expectante que nada espera.

Boca boba de pez muerto
que aún flota en la orilla.
El índice marca los ritmos
sobre unos labios que levitan.

Qué triste es la noche que acopla
al cóncavo con la conversa.
¿Tu boca o mi boca?
Nada querrás saber de ellas.

Sólo pensarás en morder y mutilar,
cuando sientas dentro de la tuya,
entre asco y una extraña inquietud,
el sucio tacto de su húmeda bayeta.

Corte en seco. De raíz. Sin miramientos.
Nunca tuviste los labios tan rojos
ni aspecto tan triunfante:
un Beso por otro.

Lucía de Fraga.

lunes, 22 de septiembre de 2014

SÓLO DOS VERSOS

Cuánto silencio...
Mayor será el Cántico.

Lucía de Fraga.



jueves, 28 de agosto de 2014

SÓLO TRES VERSOS

No me busquéis ni en la Luz ni en la Sombra,
porque sólo habito allá
donde no se cruzan los contrarios.

L. de Fraga.

jueves, 14 de agosto de 2014

CUANDO NORMA JEANE SOÑABA

CUANDO NORMA JEANE SOÑABA

La pequeña Norma fue olvidada en un orfanato.
Los domingos en la iglesia deseaba desnudarse
antes los feligreses que dormitaban el sermón,
en aquel pueblo de paletos y manos lujuriosas
donde el silencio del castigo forjó la leyenda.


Norma Jeane, no olvides tu secreto,
pero sigue siendo niña aunque embarren tu inocencia.
Quítate el viejo uniforme descolorido
y pasea tu belleza sin tapujos,
aunque sólo sea delante de un trozo de espejo.

Norma Jeane, no olvides tu secreto,
aunque el mal ya está hecho para siempre.
Sueña con ser lo que quieras ser,
aunque esté prohibido y no te dejen huir.
Te lo quitarán todo. Todo, menos tus sueños.

Norma Jeane, escápate de este mundo obsceno
y olvídate de aquellos muchachos que te rodeaban
el mismo día que te pusiste un raquítico jersey prestado.
Vive como quieras, pero mantén intacta tu inocencia.
Norman Jeane, no dejes nunca de soñar

Pequeña, grita hasta que se te escuche
y revientes los tímpanos que te ignoran.
Ten felices sueños en esa casa bonita que será tu hogar.
Dios no tendrá en cuenta tus pecados,
sólo tu virtud.

Divina Marilyn, ya puedes quitarte la careta.
Ya puedes dejar de sonreír sin ganas,
de ir con el asco sobre la piel de cama en cama.
No tendrás pesadillas nunca más.
Duerme y reposa, niña perdida.

Al final todos los demonios son exterminados.


Lucía de Fraga.

sábado, 2 de agosto de 2014

SÓLO DE CARNE Y HUESO



SÓLO DE CARNE Y HUESO

MANTENEMOS nuestras facultades mentales,
pero, apenas ya, somos seres humanos.
nos queda la carne y el hueso,
-cáscara primera-,
de la que nos desharemos llegado el día.

Tengo sensaciones, no sentimientos.
He perdido mi capacidad para amar y desamar.
Mi cuerpo es una Tábula Rasa
y entre las piernas oculto el sexo de los ángeles.

Ya no somos más que seres humanos huecos
invadidos por el arte de la belleza y el horror.
Extraña conjunción concebida por Rilke
para los artistas, hermosos y fracasados.

No entiendo más significado que el de la Sublimación,
El Arte por el Arte,
la muerte que vendrá para finalizar esta obra incompleta:
yo a punto de caer rendida al suelo.
¿Qué nos queda de la Vida?

Un pedazo de carne y obras por hacer.
El éxito no existe, es sólo una falacia
para quienes creen en las siete Musas mustias,
pero tan sólo llevan un cuerpo a su cargo.

Lucía de Fraga. ("Las esferas celestes", Polibea, 2014)
Para quienes deseen adquirir un ejemplar: libreria@polibea.com

jueves, 24 de julio de 2014

SINFONÍA DE MUTUO ACUERDO ("Las esferas celestes", Polibea, 2014)


SINFONÍA DE MUTUO ACUERDO 
("Las esferas celestes", Polibea, 2014)

(Primer movimiento "ad libitum")

ANOCHECÍA tu cuerpo que ya no era tu cuerpo,
en un delicioso sueño en el que habíamos dejado de ser
dos desconocidos con ganas de olvidar.
Sólo la noche era capaz de escuchar nuestros latidos
y nos deshicimos por un momento del infierno.

Al principio nos comportamos como dos adultos cuerdos,
pero habitaba en nosotros un intenso dolor que nos
reclamaba.
yo ya no tenía nada que perder y tú... quién sabe,
si un hogar, la soledad o, simplemente, el miedo.

Así que empezamos a anochecer.
nos secamos las lágrimas con nuestros propios cuerpos,
abrazados tan fuertemente que nada ni nadie podía
despegarnos.

Mi sonrisa avergonzada incendió la noche
y tú me devolviste al primer día de mi vida.
Allí no había nadie, tan sólo un cuerpo con dos almas.
Por un instante el mundo entero desapareció
y se fueron tras él demonios y fantasmas.



(Segundo movimiento "bisbigliando in crescendo")

ANOCHECÍA entre tus brazos y tus besos callados.
ya no teníamos adónde ir y por fin el tiempo se agotaba.
no podíamos decir “Adiós” a una vida que nunca
conocimos.

Contuve la respiración.
El dolor físico dura tan sólo un momento.
Lo que nunca se cura es el dolor del alma.
nos agarramos fuertemente de la mano.

Anochecía.
Anochecía un vals infinito entre la luna y los espejos.
Languidecíamos.
Favor por favor.

Silencio súbito tras el sonido escalofriante de un
quebrar de huesos.
Favor por favor.
Me precipité sobre ti según lo pactado.

Yo veía estrellas. Tú aún no me habías dado alcance.
Me cerraste los ojos y me cubriste con la sábana.
Te parecí todavía más hermosa.
Vinieron más estrellas. Tú también las veías.

Lucía de Fraga.