jueves, 31 de marzo de 2011

NUNCA APRENDERÉ



Tengo las medias rotas y un tacón torcido.
Nunca aprenderé a ser una mujer.
Aunque me maquille con tintes de melancolía
Y vista las ricas sedas de Oriente,
Sigo siendo una niña perdida en la calle.

Puede que nunca sepa descifrar el código de los hombres,
Ni distinguir entre beso y bocado,
Porque nadie me ha enseñado lo que natura otorga.
Mi cuerpo es un desfiladero de soldados muertos
Y un refugio donde el sueño se hace milagro.

Tengo las medias rotas y un tacón torcido.
Sólo me apetece beber la sangre de mi propio Cristo
Y embriagarme de leyes sin venganza, sin peajes a mi cuerpo.
Sucias son las manos que imaginan en mí deseo,
Como sucia es el agua de sus abrevaderos.

Puede que continúe con el juego de mis muñecas trasnochadas
Y las sábanas con que madre me arropaba por las noches,
Porque la furia del amor es mi terror nocturno.
Nunca aprenderé a ser una mujer.
Tal vez sea una niña encarcelada en una anatomía.

Tengo las medias rotas y un tacón torcido,
Pero no quiero ser de piel y alma de plástico.
Me cerraré a las bocas de sedientos borrachos,
Mientras me desnudo en los escaparates de las librerías.
Soy la no-mujer. Soy la niña ETERNA.

Lucía Fraga.

martes, 29 de marzo de 2011

A OSCURAS



Fumo con desgana a oscuras.
Esta noche es una noche más de insomnio
En la que se marchitan las flores de mi vida.
Pétalo tras pétalo, siento un vacío mortal en mí
Que va dejando atrás los ojos que se aplastan en la pared.
La vida por la noche se ahoga en un vaso de ginebra
Y juega a los dados con un Dios borracho que condena el alma.
Esta noche no es una noche más de insomnio.
Es el terrible nocturno que convierte en cristal la sangre de tus venas
Y te invita a girar el tambor del revólver sobre la sien.
Los gatos maúllan en las aceras de cemento pegados a las farolas;
Quizás Dios o yo ya hemos muerto.

Lucía Fraga.

sábado, 26 de marzo de 2011

AL DOBLAR LA ESQUINA



Dicen que la felicidad puede encontrarse
Al doblar la esquina.
Pero yo sólo siento mi dolor de desencuentros y pérdidas,
Porque donde reside mi alegría han huido los niños de mi desvelo
Y no puedo dar con el camino de vuelta a casa.

Aunque yo me ligue a ti como el aire,
Tú peinas mareas y vientos con los dedos.
Eres la flor que se abre en primavera
Para cerrarse a mi paso.
Aunque yo quiera rozarte con la caricia más callada,
Tú te recoges, pétalo tras pétalo, para no mirarme
Con tus ojos de amaneceres florecientes.

Muda. En silencio.
Cegada por la luz que me desviste esta mañana sorda,
Me siento en el suelo de la esquina
A esperar a la felicidad,
Que son tus manos, amor, las que me pueden llevar a ella.

Aunque no me desprenda de ti,
Como la hiedra que devora mis paredes,
Tú eres indolente silencio en boca cerrada.
Dime qué he de hacer para doblar la esquina
Y encontrarte a ti, intensa luz cegadora
Que avergüenzas a las rosas con tu latido.
Dime, amor, si hemos de ser los mismos,
Al doblar la esquina.

Lucía Fraga.

martes, 22 de marzo de 2011

MIRAD MI CUERPO




Mirad mi cuerpo sin lujuria y sin vergüenza.
Liberado, al fin, de mentes lascivas y ojos desdeñosos.
Soy la mujer evaporada de vuestros sueños
Que se ha vestido con el grito del niño,
Con la pared deslumbrada, con la súplica del pájaro.


Mirad mi cuerpo cómo llora.
Las encendidas luces de mi casa,
Miradlas.
Dentro de mi hogar ya no hay fuego que alumbre.
Sólo arde y arde la estopa de los días.

Mirad mi cuerpo cómo grita.
La lenta caricia de la madrugada traidora
Se llevó a mi amante lejos de mi lecho.
Lágrimas tengo en los ojos incendiadas.
Miradlas.

Mirad mi cuerpo cómo suplica.
Mirad mis heridas, todas ellas.
Donde el lamento se torna oración,
Yo pondré un beso en tus manos.
Miradlas.

Mirad, al fin, desnuda y deshecha de mentiras,
La desnudez que se abre paso en la inocencia.
Mi cuerpo, galería del pensamiento,
Se abre para combatir vuestras aberraciones.
Es mi cuerpo. Miradlo.

Lucía Fraga.

lunes, 21 de marzo de 2011

LA HUIDA


Aroma a café de madrugada.
Y todo el cuerpo entumecido de frío.
¿Adónde han huido los niños?
Sus sombras de colores y sus juguetes
Se han trasladado a otro continente.
Y yo apenas puedo moverme amordazada
Por el gélido aliento de los despertares.
El cielo está lleno de bocas pequeñas
Y las estrellas de miles de manos curiosas.
¿Adónde han huido los niños?
La vía láctea es un inmenso tobogán
Por donde se deslizan unos pequeños pies.
Adiós al beso infantil, a la mano entre tus manos
Al mes de abril y la infancia florecida.

Lucía Fraga.

domingo, 20 de marzo de 2011

DÍA INTERNACIONAL DE LA POESÍA: METAPOESÍA


...Parece imposible pensar que las cosas, rara vez, pueden concluir perfectamente terminadas. Cuanto más me afanaba en concluir, más interrogantes aparecían. Más que nunca me sorprendes con tu sentencia: "la incertidumbre de la Poesía", porque ésta parece un saco sin fondo que nunca se llena. Realmente no se puede escribir de Poesía, sólo podemos aspirar a escribir Poesía sin obsesionarnos con planteamientos excesivamente analíticos. Estoy subyugada por este fenómeno que se me aparece más incomprensible que antes. Decididamente, la Poesía no es cuestión de entender, sino de sentir y nada más con el mismo misterio con que la Primavera abre su primera flor.
L. Fraga.

NOCTURNO DE RELOJES


Los relojes suenan.
Todo está oscuro.
Me duelen las piernas.
Mi frente está pegada contra la puerta
Y me pregunto si debo emborracharme o suicidarme.
Los relojes siguen sonando.
Yo no puedo dormir más.
En mi mente se agolpan los recuerdos.
Sabor amargo a vida arrebatada.
Sigo con la frente pegada a la puerta.
A oscuras.
Mis piernas son las de una parturienta.
Suena el tic-tac más sádico:
...
Vuelvo a estar completamente sola.
Me laten las sienes y
tengo profundas ganas de vomitar.
Alguien me está rajando
Desde el abdomen hasta los ovarios
Con un cuchillo sucio.

Hoy vuelve a morir una niña de cinco años.

L. Fraga