miércoles, 5 de septiembre de 2007

PEREZA EN EL ALMA

Hoy me he despertado con cierta pereza en los labios. Sin nada qué decir y sin nada quéhacer. Sólo con la música de Charlie Parker revoloteando en mis oídos. Siento una levedad y un cansancio al mismo tiempo como de pequeña campanilla que se resiste a sonar. Y es verdad. Es verdad que en este loco mundo todos estamos solos y yo percibo mi soledad como un arañazo de gato, aunque me empeñe en no pensarlo. Me siento sola en esta ciudad sumergida y tiro el teléfono por las escaleras. Me falta algo, soy una mujer inacabada, me falta tu voz, me faltan tus manos y eso me produce una abulia mortal. Si alguien me lee que me eche un cabo de cuerda y me saque de este agujero.

martes, 4 de septiembre de 2007

UNA MUJER DESCALZA

Hay sobre mi cama una mujer acostada con los pies descalzos. Sostiene un libro de Paul Celan y un inmenso vaso de melancolía que sube con su vapor por los espejos de la estancia. Nadie sabe qué le ocurre a una mujer descalza que mira al infinito. Las cortinas se mueven violentamente como un vestido puesto a secar un día de viento, pero esta mujer no es una mujer de "comos" ni "por qués". Tan sólo mirarla es una insidia, pero pensarla el mayor de los pecados. Sus pies largos y estrechos tienen algo de Cristo yacente, como yace ella semiflexionada sobre mi cama. Nunca le preguntes a una mujer descalza en qué piensa o eso te matará.

lunes, 3 de septiembre de 2007

SANTIAGO TENA O EL AMOR EN TIEMPOS DIFÍCILES

Santiago Tena tiene la capacidad de enamorar en tiempos difíciles y digo esto con conocimiento de causa;hubo un tiempo en que su prosa me pareció adolescente y populachera y, de hecho, fue un tema que ambos tratamos a menudo en nuestras conversaciones. Pero de pronto comprendí que lo que yo creía era esperanza y universalidad, la del amor. Su tratamiento del amor, tan cercano, siempre a un tú omnipresente llena de realismo sus escritos cargándolos de una delicadeza inusitada. Ese amor que borra todo el dolor de lo cotidiano es una ventana de aire puro que cuando la respiras te devuelve llena de paz. El amor-esa palabra- la manosea, pero sin manirla como un artesano que con un trozo de barro va dando forma a un ánfora extremadamente bella y humana. A veces semeja un replicante de Pigmalión hecho por el dios Amor, otras veces enternece la sencillez de cómo resuelve una caricia en todo un texto y, sobre todo, el cuidado que pone en "creer en el Amor" sin fanatismos ni cursilería. Cada uno de sus textos es un nuevo renacer a la vida y al otro, puesto que los demás revivimos en sus textos. No importa a quién vayan dedicados, porque el amor todo lo puede. "Si no tengo amor nada soy,nada me complace, soy como campana o címbalo que retiñe..."

LA CURIOSIDAD

Siempre he tenido la impresión de que un blog es acercarse a la intimidad más profunda de una persona y me sorprenden las pocas visitas que he tenido dispuesta a mostrar mis lados más oscuros e intrigantes más allá de los artículos periodísticos. Mis filias por los iconos del cine, mis pequeñas miserias cotidianas y mis arrebatos de escritura airada. Este blog pretende dar a conocer a una personita real que se intoxica con alquitrán y nicotina y no soporta que interrumpan su paz en el castillo de los libros.

domingo, 2 de septiembre de 2007

EL IMPOSIBLE "HAPPY END" DEL MITO

Hay pocos motivos para que yo deje una taza de café sin acabar: mirar por la ventana cuando se me va el santo al cielo o buscar el verso perfecto, pero, sobre todo está la lectura de novelas de Sherlock Holmes. Me apasiona el talento cuando se convierte en marca de carácter. Bien es cierto que, muchas veces, me hace gracia el infantilismo de Sir Arthur, cuando nos pinta al “adorable misógino” como conocedor de todos los lenguajes secretos o de todos los neumáticos para bicicletas de Londres. La verdad es que me importa bien poco el lugar que ocupe este tipo de ficción dentro de la literatura y, por eso mismo, jamás entraría a debatir su calidad artística/estética, sea cual sea ésta.

Creo que hará algo más de 12 o 15 años, en uno de esos largos veranos en los que me dediqué a fantasear con novela realista y cierta selección fílmica muy particular, la siempre minoritaria y selecta 2 de TVE dedicaba las aburridas tardes veraniegas a reponer filmes de Basil Rattbon y el bonachón bigotudo de “Rebeca” Y “Sospecha”. Yo, que empezaba a despuntar por mis rarezas pre-adolescentes, renegando de la playa, empecé a enamorarme del pésimo violinista de Backer Street y de su afición a la morfina. Con el paso de los años, Basil RatTbon me pareció una copia descafeinada del auténtico detective y con “La vida secreta de Sherlock Holmes” me convencí de que la desagradabilidad, que me es tan afín y amable, tomaba forma humana. He de confesar que la presencia de una mujer en la vida de Holmes siempre me hace recordar ciertas teorías freudianas. No hablo ni de la madre, ni el padre ni del sursum corda. Simplemente, me refiero a la destrucción del mito. ¿Sería posible que Holmes se enamorara? Tal vez; ahora bien, debe estar abocado al fracaso emocional siempre, si no sería como matar el deseo y destruir, por tanto, la retardación del placer, que es, en suma, lo que nos mueve por encima del propio goce hedonista: la espera, la búsqueda.

La clave está en la “contención”,las pasiones incompletas. Un duelo entre Irene y Holmes, una pura lucha dialéctica para medir fuerzas, es, ante todo, la historia de un fracaso. El mito necesita pervivir a perpetuidad como tal y, para ello es preciso que se mantenga “inmutable”. Privar de sentimientos a los personajes, manipular su destino a placer del autor-o del público, no olvidemos que Conan Doyle tuvo que “resucitar a su personaje”- debe mantener una continuidad mítica, legenaria, “evolutiva”, pero al mismo tiempo “inalterable”.

¿Holmes feliz padre de familia con un chiquillo meón encima de las rodillas? Al fin y al cabo, todo mito es la historia de un sacrificio, en cierto modo, de un simple mártir. Héroes, mendigos y soñadores bajo el signo inequívoco de la inmolación. Esclavos de su propia historia. Si no, que le alguien se lo hubiera preguntado antes a Unamuno.

CRÍTICO Y POETA ¿POR QUÉNO?

La semana pasada recibo una comunicación corregida para un congreso y lo primero que se lee en letras enormes es: “TONO PETULANTE”. Evidentemente, aquella apreciación no era ningún descubrimiento, ya que los petulantes escribimos como petulantes, los hipócritas como hipócritas y los imbéciles en función de su buena o mala imbecilidad. Si a esto le sumamos que el “corregidor”-permítaseme la licencia poética- es buen amigo- o eso me parecía- y que me conoce de sobra, su falta de ingenio queda totalmente fuera de dudas.

Bien es cierto que a nadie le gusta que le digan las verdades a la cara, pero lo que me dejó más dolorida es que se ponía en duda mi rigor científico por un “pretendido” tono literario, que en absoluto “pretendí”. Creo que a, veces, se confunden las marcas de estilo con ficcionalizaciones horteras, sobre todo, en cierto sector que cree que tener un método, una regia disciplina y unas pautas de trabajo legitiman cualquier discurso con ansias de cientificismo. Yo no creo en métodos ni en ciencias, porque la panacea en investigación literaria no existe, por mucho que yo siga tal o cual escuela.

Lo único en lo que confío es en la percepción del texto y sus posibles lecturas en el tiempo pasado, presente y futuro. ¿Qué caigo en mi propia trampa adscribiéndome a un tipo de razonamiento? Las abstracciones totales son imposibles, pero a lo que voy es por qué ha de ser privativa la lectura del “crítico” frente a la del “poeta”. Sabidos es que Dámaso Alonso no es santo de mi devoción- aunque me guste su Estilística-, pero ¿es que acaso, Don Dámaso, bipolarizaba su personalidad, según tocase”ser”crítico o poeta? ¿Cambiaba de zapatillas? ¿Practicaba regresiones hacia tiempos anteriores a ser profesor o a ser creador? ¡Por Dios! No creo que exista esa dichosa escisión entre una y otra faceta del ser humano.

Una cosa es trivializar por falta de conocimientos e intentar dar otro final al Quijote, pero plateémonos por un momento: incluso si ese “otro final” es justificable y argumentable, con una base que sirva para contrastar-que no oponer, necesariamente- opiniones, ¿por qué no? Confundir al autor con el narrador no es una cuestión de mente soñadora y romántica, sino de ignorancia extrema, de falta de conocimiento y, por tanto, de incapacidad para emitir un juicio crítico y científico.

Este año vuelven a estar de moda los pantalones-pirata, seguro que mis hijos se partirán cuando el día de mañana vean en fotos a su madre disfrazada de corsario. Con la investigación, pasa lo mismo, porque es un trabajo de ciencias humanas y no naturales, comprobables, es un saber. Estructuralistas y formalistas...lo de siempre. Lo que tiene que prevalecer es la calidad.

La mayor satisfacción de mi vida me la dio una profesora de la facultad en segundo de carrera. Era la docente de Comentario Lírico: “Tú trabajo no me convence, personalmente ni me gusta , pero hay una base detrás”. Me puso Matrícula de Honor y eso que odiaba las lecturas psicoanalíticas.

TODOS LOS DOMINGOS DEL AÑO

Me acabo de levantar y ya siento esa agitación tan típica del domingo. No sé qué tiene, pero me produce un inmenso desasosiego. Ya de niña me pasaba. El domingo nos invita a ser profundamente antisociales, incluso, irascibles. Un domingo sólo se entiende con una manta y un montón de viejas películas en blanco y negro sin responder las quejumbrosas preguntas de nadie o escribiendo a puerta cerrada con fondo de jazz y un paquete de Ducados rubio. Pero parece imposible que se cumpla mi sueño de no abrir la boca, porque siempre viene alguien con alguna pregunta estúpida a sacarme de mi estado de hibernación. Tal vez, pase por la página de Santiago; él, tan esperanzado y creyente en el Amor; yo, tan pesimista y descreída. O tal vez, espere que acabe el día enamorándome una vez más de mi poster de Marilyn y comprendiendo que, detrás de la sonrisa de la rubia de oro, siempre era domingo.